y pareciera que están lavando el mundo mi vecino de al lado mira la lluvia y piensa escribir una carta de amor / una carta a la mujer que vive con él y le cocina y le lava la ropa y hace el amor con él y se parece a su sombra / mi vecino nunca le dice palabras de amor a la mujer / entra a la casa por la ventana y no por la puerta / por una puerta se entra a muchos sitios / al trabajo, al cuartel, a la cárcel, a todos los edificios del mundo /pero no al mundo /
ni a una mujer / ni al alma / es decir / a ese cajón o nave o lluvia que llamamos así / como hoy / que llueve mucho / y me cuesta escribir la palabra amor / porque el amor es una cosa y la palabra amor es otra cosa / y sólo el alma sabe dónde las dos se encuentran / y cuándo / y cómo / pero el alma qué puede explicar / por eso mi vecino tiene tormentas en la boca / palabras que naufragan / palabras que no saben que hay sol porque nacen y mueren la misma noche en que
amó / y dejan cartas en el pensamiento que él nunca escribirá / como el silencio que hay entre dos rosas / o como yo / que escribo palabras para volver a mi vecino que mira la lluvia / a la lluvia / a mi corazón desterrado /
De Eso ( 1983-1984).
Incluido en Poesía reunida, Seix Barral,2012
Sobre este libro de Juan Gelman y sobre el poema elegido, ha escrito María Ángeles Pérez López (Juan Gelman: Eseoficio ardiente llamado poesía):
Aunque Eso no se publica hasta Interrupciones II (1986), su escritura se remonta a los años 1983-1984. De ahí sus puntos en contacto con otros libros de ese periodo: la tensión agónica con el pasado personal (el olvido, el exilio, el hijo ausente en "Niños") y el carácter obsesivo de su trabazón verbal. Además, del "corazón desterrado" del poeta nacen preguntas que se agotan en sí mismas, y para las que parece siempre insalvable la distancia que media entre el amor y la palabra amor (del mismo poema "Lluvia"). Sólo un sentido tiene entonces la poesía, pero no es menor ni secundario: que el yo lírico vuelva / al vecino que mira la lluvia / a la lluvia / a su corazón desterrado.
Pues aunque es complejo y no sé si acabo de comprenderlo -supongo que el "yo" observa al vecino, que es su propio cuerpo, aunque no entiendo qué tiene que ver con la lluvia- es realmente hermoso. Carlos San Miguel
Pues aunque es complejo y no sé si acabo de comprenderlo -supongo que el "yo" observa al vecino, que es su propio cuerpo, aunque no entiendo qué tiene que ver con la lluvia- es realmente hermoso.
ResponderEliminarCarlos San Miguel
Quizás como un corazón que llora.
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